Cónsul del Perú en Miami agrede verbalmente a compatriotas en cuarentena
Cual iracunda callejonera a punta de gritos la diplomática exigió que NO LA LLAMEN por teléfono.
Sus gritos son una falta de respeto y de empatía para los compatriotas que están en cuarentena. Algunos de ellos son adultos mayores, con problemas de salud, muchos jóvenes y niños, todas personas lejos de su hogar y seres amados; seres humanos que no saben cuando y si acaso regresarán a sus hogares.
Sin ninguna consideración les ordenó a gritos:
“AVISEN A SUS FAMILIARES QUE NO ME PUEDEN LLAMAR 24 HORAS AL DÍA”.
En el audio que se hizo viral, la cónsul del Perú en Miami Martha Lizarraga, se burla de los padres de los jóvenes diciendo que la llaman para decirle: "mi hijita está con depresión", "mi hijito está triste", "extraño a mi bebé", etc..
Lo grave es que la verdulera diplomática se equivoca porqué
¡claro que la pueden llamar las 24 horas del
día...! su Jefe debería explicarle que dentro de sus obligaciones está contestar TODAS las
llamadas telefónicas que los peruanos crean oportuno hacerle, para eso le pagamos los peruanos y su obligación es cumplir con el Reglamento Consular del Perú: Artículo
101º.- Los
Jefes de las Oficinas Consulares deben, bajo responsabilidad, velar
por la permanente operatividad de un teléfono de emergencia las 24
horas del día,
el cual debe estar a cargo de un funcionario con capacidad de
resolver las situaciones
que se presenten.
Le pagan como Cónsul y trabaja como mesera repartiendo comida en el consulado
Como se puede ver en las fotos, la bocación de la Lizarraga es más de mesera o pregonera, porque es evidente que la de diplomática le queda demasiado grande. No esta contemplada la función de repartición de comida en los salones de los consulados peruanos, menos aún que los funcionarios diplomáticos trabajen como meseros sirviendo comida a las personas que esperan por sus trámites.
El Estado peruano no le paga para que trabaje como camarera sirviendo aperitivos, su total carencia de clase y falta de profesionalidad aflora no solo cuando pega de gritos.
La vulgaridad de la Lizarraga es una raya más al tigre, en lo que debería ser un lugar de la administración Pública peruana de clase y cultura y no de funcionarios que ganan miles de dólares y tiene una conducta de lumpen, como los gritos de la Lizarraga en medio de la calle, o como la pelangocha de la embajadora María Cecilia Rozas Ponce de León, que le decía a sus dependientes: "eres un sonso de mierda", "no sirves para nada", "yo tengo el poder de botarlos", etc.; la embajadora Toledo que imprecaba contra su domestica "serrana idiota, no tengo tiempo para hablar con la sevidumbre", o como el embajador Fortunato Quesada que le decía a su empleada "Y SI TE METEN LA MANO AL CULO DISFRUTA", la lista sigue...
Hola por favor escribeme tu correo
ResponderBorrarPor favor sigan con la iniciativa fiscalizadora, basta ya de gente parasitaria en el Estado que vive de los contribuyentes como esta tipeja
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